
Narline Valery
Yo tengo 8 hijos: 5 hembras y 3 varones. Yo tenía una casita y vivía de un negocito. El 12 de enero el temblor de tierra del terremoto me la rompió. Se perdió el negocio también. Yo tuve que ir al campamento del pastor Hilaire en Boen, que era apoyado por el SSID. Ellos me recibieron con todos mis hijos/as y nos daban que comer todas las noches. Nos dieron colchones y lonas para mejorar nuestra casita o carpa. Nos facilitaron tanques de gas y estufas para cocinar. Nos facilitaron agua potable y para uso en del hogar. Nos facilitaron luz con paneles solares. Todo eso fue con la ayuda del SSID y Actalliance.
Luego por medio del proyecto se nos facilitó comida, agua y dinero para que se desmontara el campamento y nosotros volviéramos a nuestros solares. Ahí se dio inicio a las reparaciones de las viviendas que podían ser reparadas. Además de eso han construido muchas viviendas en la comunidad. Yo estuve orando a Dios para ver cuando llegaba el tiempo de que mi casita se construyera. Yo había conseguido una parte de mi aporte que se exige a las familias. Ya cuando pensaba que quizás la organización se fuera y mi familia se quedaba sin la casa, vinieron a ver mi situación como vivía con mis hijos, pasando trabajo en esta chocita, y la bendición llegó. Porque Gracias a Dios y al apoyo de las agencias que aportan al SSID para este importante trabajo, hoy ya tengo una casa excelente. Hoy mis hijos e hijas se sienten orgullosos con su casa. Las condiciones de vida han cambiado del cielo a la tierra. data:text/mce-internal,
Seguiremos orando a Dios y esperamos que el Servicio Social de Iglesias Dominicanas pueda seguir consiguiendo los recursos para que muchas familias que aún no han logrado sus casas, puedan beneficiarse.
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